EL ESCENARIO AL REDEDOR DE LA CONDECORACIÓN A URIBE POR PARTE DE BUSH

Creada por el presidente Harry S. Truman en 1945 como un medio para rendir homenaje a los civiles que prestaron  su servicio en la II Guerra Mundial y establecida por John F. Kennedy en 1963 como una ceremonia anual, la Medalla de la Libertad es la máxima condecoración que se le puede otorgar a un civil en los Estados Unidos, y es entregada a personalidades de las que se considera han contribuido de manera extraordinaria a la seguridad nacional o a los intereses estadounidenses, así como a la paz mundial y a la cultura global.


Es así como el pasado 13 de enero, durante su ultima conferencia como jefe de estado, además de mencionar los desafíos que tuvo que asumir como cabeza administrativa de una potencia mundial y de hacer un resumido balance sobre lo que desde su perspectiva fueron sus dos periodos de gobierno, el presidente George W. Bush confirió la Medalla de la Libertad a los que se han considerado como los principales aliados de su política exterior, centralizada en la lucha global contra el terrorismo: Tonny Blair, ex primer ministro británico, John Howard, ex primer ministro australiano, y Álvaro Uribe, actual presidente del Estado Colombiano. El acto se llevó a cabo en presencia de la prensa local e internacional, diplomáticos, lideres del Congreso y miembros anteriores del gabinete presidencial como el ex secretario de estado Colin Powell.


Ahora bien, aunque las reacciones frente al acto honorifico han sido muchas y provenientes de diversos sectores,  el centro de los comentarios ha sido el presidente Uribe. Esto, debido a que, si bien tanto Tonny Blair como John Howard han sido cuestionados por el apoyo dado a la saliente administración de Estados Unidos, actualmente no representa para ellos un riesgo político como lo puede representar para el mandatario colombiano teniendo en cuenta que George Bush deja Washington con los índices de impopularidad más altos que ha tenido un presidente en la historia de su país.


Con alrededor de 150.000 soldados y con el numero de bajas en el suelo iraquí superiores a 4000[1], contrario a lo que expresa el presidente Bush desde hace algún tiempo, la guerra en Irak parece no acabar mientras sí se termina su segundo periodo presidencial. A esto se le suma la gran crisis financiera que se ha desatado en Estados Unidos desde hace algunos meses y que ha llevado a los índices de desempleo al 7,2%[2], el fin de la Segunda Gran Guerra. Como consecuencia, frente a este panorama la percepción que tienen los estadounidenses de la gestión del mandatario saliente no es para nada favorable, y por el contrario, se vislumbra como el principal responsable del malestar que esta sufriendo la economía y se señala como un fracaso al haber pasado cinco años desde la intervención militar en Irak sin grandes resultados.  


En este contexto, Álvaro Uribe recibe de su homologo en Washington la Medalla de la Libertad, y por lo tanto, como afirman académicos como Arlene Tickner, más allá de ser una merecida recompensa a la labor del gobierno,  la entrega del galardón “es un gesto simbólico totalmente vacio, de manos de un presidente totalmente impopular”[3]. No obstante, los miembros del gobierno y de los partidos adeptos ven la condecoración de Uribe como un éxito, al ser un logro que ningún otro colombiano había podido alcanzar, y lo celebran como un hecho que traerá nuevos beneficios al país.


En este sentido, es necesario analizar más a fondo el por qué del reconocimiento hecho por Bush a Uribe, para definir cuáles podrían ser las consecuencias que a Colombia, y en especial al gobierno, le puede significar dicho acto.


 


El por qué de la condecoración y algunos de sus beneficios


Por un lado, es importante recordar que la llegada al poder de Álvaro Uribe se dio en un escenario caracterizado por el escalonamiento del conflicto armado y por la ruptura de las negociaciones de paz que Andrés Pastrana había iniciado con la guerrilla de las FARC. De esta forma, la nueva apuesta política de Uribe enfatizó en una solución de mano dura a la situación de seguridad colombiana, traducida en la salida militar al flagelo interno. Es así como, al asumir la presidencia en el 2002, se vislumbraba que los objetivos de la Política de Defensa y Seguridad Democrática, prioridades en la agenda interméstica del nuevo presidente, se alineaban  con los objetivos de la guerra mundial contra el terrorismo de Bush, y desde entonces, con un apoyo irrestricto por parte del presidente Uribe a las acciones tomadas por Washington dentro de la cruzada antiterrorista, se ha evidenciado que la alianza entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos se profundizó, y Colombia se presentó como ‘el mejor amigo’ de Estados Unidos en América del Sur.


El soporte era bidireccional. Por su parte, con el apoyo presidencial a la intervención en Irak, Uribe logró que Colombia se pusiera otra vez en el radar de la agenda política norteamericana y consiguió recursos económicos y militares para la lucha armada que se libraba con los grupos insurgentes; Todo por iniciativa legislativa del presidente Bush dentro de una relación de cooperación bilateral encabezada por los dos gobernantes. Por lo tanto,  no es de extrañarse que, como un reconocimiento a la disposición y colaboración de Colombia en la política exterior de Bush, este haya decidido otorgarle al presidente Uribe el máximo galardón civil por su contribución a  los intereses estratégicos estadounidenses.


Pero el acto de Bush no solo puede verse como un reconocimiento figurado, también puede considerarse como un movimiento estratégico que busca mantener a Uribe y a su política dentro de las prioridades del nuevo escenario gubernativo que se vive en el país norteamericano, en el cual  el Partido Demócrata, opuesto al Partido Republicano del que hace parte George W. Bush, es el que detenta la mayoría parlamentaria y el cargo como máximo jefe del estado que ganó Barack Obama el pasado 4 de noviembre.


Lo anterior, debido a que en descrito contexto era de esperarse que las primacías de la Agenda nacional de Estados Unidos empezaran a cambiar y se concentraran en temas como la protección a los Derechos Humanos, el Medio Ambiente o la garantía de los Derechos Laborales, que no han sido manejados prioritariamente en los dos periodos de gobierno de Uribe. Por lo tanto, la condecoración con la Medalla de la Libertad, muy reconocida y respetada por los estadounidenses, puede ser una forma de legitimar a Uribe ante los legisladores o personajes influyentes que no están familiarizados y/o no tienen mucho conocimiento de Colombia[4].  Y no solo eso, como se mostro con anterioridad, la condecoración se comporta ante los ojos de los ciudadanos del país del norte como una prueba fiable de la alineación que Uribe ha mantenido todo el tiempo con los Estados Unidos.  


 


Los riesgos


Sin embargo, aun conociendo los beneficios que puede representar el reconocimiento recibido,  no todo es tan favorable. También hay riesgos que podrían afectar seriamente la política del presidente Uribe,  a la que todavía le falta, por lo menos, otro año mas de aplicación.


En primer lugar, desde las elecciones presidenciales del 2008 en Estados Unidos, los demócratas han tenido la percepción que el presidente Uribe tiene inclinaciones hacia el partido Republicano, lo cual se acentuó con la presencia de Uribe en un evento de campaña de John McCain, candidato de este partido. Con los nuevos acontecimientos, el riesgo del incremento de la percepción demócrata de la preferencia partidista de Uribe[5] en el nuevo ambiente político de Estados Unidos, podría representar desventajas para la actual administración colombiana, principalmente por la disminución de la ayuda financiera hacia el manejo del conflicto y por la marginación de la política colombiana en la Agenda exterior del nuevo gobierno, perdiendo así Colombia su aliado principal.


Por otra parte, las Organizaciones No Gubernamentales -ONG- como Human Rights Watch, han afirmado que al darle la Medalla de la Libertad a Uribe se esta llevando  el ‘mensaje equivocado’ frente a la situación de Derechos Humanos en Colombia[6], y por lo tanto se ha revivido los debates que el partido Demócrata ha hecho frente a la situación de Colombia y en los que se han planteado la degradación del conflicto, la parapolítica, y los ataques del gobierno de Uribe a las ONG. Esto ha tenido como consecuencia el estancamiento de procesos importantes como el Tratado de Libre Comercio que no se ve muy próspero en el nuevo cuatrienio presidencial.


De esta forma, un acercamiento al nuevo mandatario de Estados Unidos es un paso que se debería seguir. Incluir en la agenda tanto domestica como exterior temas que coincidan con las preocupaciones globales en las que también se esta inmiscuyendo Estados Unidos, es imperativo para continuar con una alianza estratégica solida con la potencia del norte. La Medalla de la Libertad es un buen instrumento o carta de presentación para Uribe, quien debería darle un enfoque más amplio a su política de seguridad para poder traspasar los obstáculos que están presentes actualmente en el seno de los órganos de representación de los Estados Unidos, concentrados principalmente en los DD. HH. 


Lo último que debe tenerse a consideración es la relación con los vecinos fronterizos. Con gobiernos más autónomos y con ambientes más desafiantes como los que plantean Hugo Chávez o Rafael Correa, el reconocimiento dado a Uribe podría acentuar el malestar en las relaciones con los gobiernos vecinos, que han acusado a la administración colombiana  de ser la punta de lanza de Washington en la región. Por lo mismo, en un contexto en el que las relaciones con países como Venezuela y Ecuador se han caracterizado por la tensión y la ‘diplomacia del micrófono’, es preciso que el presidente Uribe busque mejorar y afianzar relaciones amistosas con países cercanos como Brasil, Chile o Perú, para el desarrollo de alianzas políticas y comerciales diversificadas y favorables para el país, y al mismo tiempo se debería reforzar el papel de Colombia en organismos regionales como la Organización de Estados Americanos, con los que se puede contener cualquier tipo de agresión de otros gobiernos y se puede ser pionero en la creación organismos como un consejo de seguridad hemisférico que seria provechoso para la situación interna del país.


 




 




[1] Heredia, Lourdes. Artículo: “Bush: ¿el presidente más impopular?”,  en: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_7378000/7378749.stm




[2] Artículo: “Estados Unidos registró su peor cifra de desempleo desde 1945”. En: http://peru21.pe/noticia/232495/estado-unidos-registro-su-peor-cifra-desempleo-desde-1945




[3] Tickner, Arlene, citada en el artículo: “Polémica por medalla de Bush a Uribe”; en: www.bbc.co.uk




[4] Salazar, Hernando. Artículo: “Polémica por medalla de Bush a Uribe”. Óp. cit.




[5] Articulo: “Análisis: Los riesgos de la Medalla de la Libertad”. En: www.eltiempo.com




[6] Chirinos Vásquez, Carlos. Artículo: “Bush condecora a Uribe, Blair y Howards”. En: www.bbc.co.uk